Ofender a los musulmanes es peligroso...a los cristianos también


Estos días he sentido la necesidad de escribir sobre el asesinato de varios caricaturistas, perpetrado por dos extremistas musulmanes, del semanario satírico francés Charlie Hebdo que tuvo lugar el pasado 7 de enero en Paris. No sólo como periodista, pues la libertad de expresión en nuestra profesión es fundamental para llevarlo a cabo de forma adecuada, sino también por mi trabajo actual en la tienda. En ambos casos, considero que yo también soy Charlie Hebdo o Je suis Charlie hebdo, como se ha popularizado internacionalmente. 

No recuerdo si alguna vez he comentado en alguno de los artículos que he ido escribiendo para el blog, que muchos de los clientes que tenemos se quejan de lo ofensivas que son algunas de nuestras postales. Tan horrorizados se muestran muchos de ellos que han llegado a llamar a la compañía para pedir la retirada de algunas postales. Sobre todo las que llevan demasiados insultos en sus portadas, o las que se mofaban de sectores sociales como los transexuales o los que vivían de las ayudas sociales. Lo que suelo hacer siempre que vienen a mí a quejarse sobre las tarjetas es remitirles a la oficina central, y que les hagan llegar sus quejas pues yo, que soy sólo una dependienta, no puedo hacer nada por ellos.

El problema es que esta semana he empezado a recibir quejas de otro tipo. No sólo que los productos que vendemos sean de mal gusto, sino que son anticristianas. Así tal cual. Estoy acostumbrada a lidiar con gente pesada, arrogante, maleducada, e incluso con gente que parece tener algún tipo de problema mental. Así que no me extrañó cuando una mujer joven se acercó a la caja y me comentó que las postales que vendíamos en la tienda eran horribles y muy desagradables. Era lunes y quedaba poco para que me fuera a mi descanso, así que tenía mucha hambre y sin ganas de entrar en ningún debate ideológico con la mujer. Pero me insistió: ¿A ti qué te parecen estas postales? ¿Qué pasa cuando los niños entran en la tienda y ven todo esto?

La verdad es que me limité a contestar que yo no tomaba las decisiones y que entendía que se sintiera ofendida como cristiana, pero lo único que yo podía hacer era poner todo el material sensible fuera del nivel visual de los niños y colocar un cartel de advertencia en la puerta para avisar a los padres de la existencia de productos sólo para adultos en la tienda. Además, le dije que remitiera sus quejas a la compañía directamente. Pero se negó diciendo que no serviría de nada. Al final se fue sin hacer más ruido.

Selección de postales con Jesús como protagonista
Traducción:"No colega, el departamento de devoluciones de Ikea es por ahí"
Traducción: "Hey colega, píllate tu propia tabla de surf mágica"

Traducción: "Te compré esto porque sé que te gusta Jesús"

Traducción:"Jesus quiere a todo el mundo menos a ti,... (lo siguiente es intraducible pero es una de las peores palabrotas en inglés)
Quizás de todos los ejemplos mostrados, esta última postal sea la peor. Por ello entiendo a algunas quejas de gente muy creyente, a pesar de que muchas de las postales que he incluido me parezcan bastante graciosas. Por eso pensé, ¿Podríamos algún día sufrir en nuestras propias carnes alguna agresión por parte de un católico radical? Dice el dueño de la compañía donde trabajo, John Procter, que no vende nada que contenga referencias al Islam, sólo al cristianismo, ya que son más tolerantes. Pero Oslo, la capital noruega, pudo experimentar la violencia provocada por un fundamentalista cristiano, Anders Breivik

Este viernes recibimos un anónimo. O al menos parcialmente lo era, conminándonos a dejar de vender estas tarjetas con referencias a Dios y al cristianismo en general. La carta, escrita de forma muy caótica y apenas ininteligible, estaba escrita al parecer por una mujer mayor que, según ella misma contaba,  sufría de esquizofrenia. 



El sobre en el que llegó y que se podía leer en la parte superior "Por favor, abrir con cuidado"
Parece evidente que la mujer decidió enviar esta carta después de leer los artículos que publicados en el tabloide inglés The Daily Mail, de los que hablé en el post anterior. 



Detalle del recorte del artículo que apareció el pasado mes de diciembre en el Daily Mail

Las fotos que adjuntó sobre ella misma en su juventud con su marido

Foto actual de la autora de la carta. Detrás de la foto se podía leer "ya me encuentro muy bien"
La carta se compone de varios folios, el primero nos pide a nosotros y al dueño de la compañía que dejemos de vender postales ofensivas  contra Dios. Literalmente dice que "es algo que debe parar inmediatamente". El resto de folios son difíciles de leer, la escritura no es clara y sólo se dedica a hablar de Dios, de cómo la ha ayudado a superar mejor su enfermedad y que solía escuchar voces diabólicas constantemente. Apenas sabemos nada más de esta mujer, sólo que acaba firmando todas las hojas bajo el nombre de Dafne.

Por el momento, ni mi manager ni mis colegas se muestran muy preocupados ante estas continuas manifestaciones de malestar por el uso de la imagen de Jesus en las postales, pero yo sigo preguntándome si después de esto pueden dar otro paso, quizás mucho más radical.

Entiendo que debamos ser respetuosos con la ideologías y diferentes creencias de nuestros semejantes, pero lo que es sagrado para unos, no tiene porque serlo para nosotros. Sergio, mi pareja, creo que lo resumió muy bien cuando me dijo "que los hindúes consideren sagrada a la vaca, no significa que el resto de la humanidad debe dejar de comer su carne, ¿no?"




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