Pequeños grandes gestos
La Filmoteca de Catalunya abrió de nuevo, después de tres meses de espera, en un renovado edificio en unas de las zonas más deprimidas del Raval. Frente a la calle Robadors, conocida por la prostitución callejera que allí se despliega de esquina a esquina. Con la ilusión que se tiene, como cuando se estrenan zapatos nuevos, asistí con mi novio para asistir a la proyección del documental La doctrina del shock . Pero, una vez allí, sufrimos alguna que otra contrariedad. En primer lugar, la taquillera nos dio dos entradas a precio normal (4€) cuando mi pareja le había dicho dos con tarifa reducida (2€). Finalmente, después de reclamar insistentemente, más él que yo todo sea dicho de paso, y de encasquetar las dos entradas a otras personas, finalmente nos las vendió. Una vez dentro, la imagen del documental se quedó congelada un par de veces, ya que se trataba de un DVD y al parecer estaba bastante rallado. Después de una larga espera para que alguien se dignara a acudir a la sala y s